La crónica del Emma Cajal

                Cuando empecé a calentar alrededor del pabellón en Huesca yo ya sabía que algo iba a pasar. La mañana estaba fría pero sin aire ni niebla, el tiempo ideal para correr. sin embargo, algo había en el ambiente que me intranquilizaba. Algo que no podía definir hasta que vi como me observaban los policías locales que estaban de servicio en la zona.-
 
                No puede ser (pensé). Es imposible que se acuerden de la crónica que escribí en diciembre de 2007. Enseguida deseché el pensamiento. Parecía absurdo que después de seis años me estuvieran esperando con ganas de revancha. Además no fue para tanto, solo comente un par de cosas sobre el Alcalde y sobre la salida de la carrera (los que no recuerden la crónica la pueden encontrar pinchando en “noticias”/ 2007/diciembre/Cross Memorial Emma Cajal  en Huesca). Que aprovechando diré que no tengan ustedes la menor duda que fue gracias a mi cónica que ahora se sale en un lugar menos peligroso.-
 
                ¡Bien! ¡Vayamos a lo que importa!. Desecho mis temores y me dispongo a hacer una carrera de las que hacen época. Y así empezó la cosa. Terminaba ya la primera vuelta larga y ya estaba yo empezando a doblar al pelotón más numeroso de corredores (así lo podéis comprobar en la foto que espero que haya colgado Javier) cuando a la altura del campo de fútbol del Alcoraz, me adelanta un policía local con un cartelito en la cabeza que ponía “POLICÍA, ALTO”, mientras otro intentaba asustarme entonando un chillido que pretendía imitar a una sirena.-
 
                Respetuosamente me detengo y, para mi sorpresa, entablamos el siguiente diálogo.-
                - ¡Buenos días!. (Me dice uno de los policías tocándose la sudorosa frente con la mano mientras se recupera del esfuerzo).-
                - ¡Buenos día! (contesto yo con educación aunque me cabía un autobús por la boca) ¿Pero qué pasa? ¿ No ve que estoy corriendo, señor mío?.-
                - ¿Corriendo?, ¿¿corriendo?? (me dice el guardia visiblemente enojado) ¡volando dirá usted! ¿Quiere que le enseñe la foto del radar?.-
                - ¿Como no voy a ir corriendo? ¿No ve usted que estamos en una carrera?.-
                - Como si estuviéramos en las veinticuatro horas de Lemans. Usted superaba con mucho la velocidad permitida; van a ser 200,00 € y dos puntos del carné.-
                - Menos cháchara (me indica el otro policía) ¡Venga! ¡Documentación!.-
                Aquí es donde ya pongo cara de estúpido total.-
                -¿Documentación? ¿Pero Ustedes me han visto? ¿donde esperan que la lleve?
                - ¿UUUUUhyyyyy! se niega a facilitar la documentación. esta se puede complicar mucho ¿eh?.-
                - Eso tenga usted cuidado que está hablando con la autoridad. ¡A ver!, el seguro del vehículo.-
                -  ¿El seguro del vehículo? ¿Pero de qué vehículo? (yo me voy desesperando ya viendo como me terminan adelantando todos los corredores mientras sigo en el interrogatorio).-
                - No, si ya sabía yo que corría sin seguro en las zapatillas. Me temo que se las vamos a tener que inmovilizar.-
                - ¿¿¿¿¿Como????? ¿No esperarán que siga descalzo?
                - Si quiere usted seguir (me dice uno de los guarias con mucha sorna), y de gracias que no le ponemos el alcoholímetro.
 
                ¡Y ahí me tenéis!. Pese a mis protestas no me queda otro remedio que descalzarme y entre la sorpresa y los gestos de admiración de la multitud aún consigo adelantar a ocho atletas antes de llegar a la meta sin calcetines y con un cabreo monumental.-
 
                Bueno. Nos veremos en Zuera donde no creo que nadie tenga nada contra mi y podré, ¡por fin! demostrar mi valía.-
 
                Hasta pronto.-
 
                Pepe Español

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