Caballeros turolenses por tierras Zaragozanas

Este sábado y tras la Boda de Isabel de Segura con D. Pedro de Azagra, seis caballeros de la Orden de la Asociación Atlética Turolense, a pesar de estar invitados a la celebración de la Boda, se dirigieron con sus fieles escuderos hasta tierras zaragozanas en busca de Juan Diego de Marcilla, intentando informarle de la situación en la Ciudad de Teruel.

Una vez los valientes caballeros llegaron a Zaragoza fueron retados por caballeros de otras 22 ordenes aragonesas, principalmente zaragozanas, a realizar distintas pruebas en un torneo, intentando ordenarse entre los tres mejores de esa tierra zaragozana.

Pero antes de iniciar las distintas pruebas, los jueces encargados de controlar los retos empezaron a solicitar de los  escuderos de nuestros caballeros, distintos justificantes, que los escuderos, con una buena oratoria fueron capaces de arreglárselas para que dejaran participar a sus caballeros en estas pruebas, pero todavía quedaban más inconvenientes, estos jueces habían preparado siete pruebas individuales, en las que ningún caballero podía repetir participación, y nuestros caballeron solamente eran seis, pero aún así, intentaron ordenarse en estas pruebas.

El primero en participar fue D. Alejandro Sánchez, Señor de Celadas, y la prueba en la que tenia que demostrar sus grandes capacidades era una en la que saliendo de parado, debía coger la máxima velocidad en el menor tiempo posible, puesto, que tenía que llegar el primer a una marca que había a los sesenta metros, y en esta prueba según nos cuenta su escudero, fue el que más rápido consiguió llegar a la marca.

Mientras el Caballero Sánchez, conseguía su gran hazaña, otro caballero, D. Adrián Torner, Señor de Villaspesa, estaba realizano otra extraña prueba, en la que desde parado debía ir corriendo hasta una línea marcada por los jueces, desde donde debía proceder a saltar hasta un montón de arena, donde medían distancia que había saltado. El Señor de Villaspesa, según nos contaron los escuderos, también consiguió ser el que más lejos saltó.
Nuestros dos caballeros conseguían la victoria en sus pruebas, pero mientras tanto, caballeros del resto de órdenes, estaban realizando otra prueba rara. Debían lanzar una gran bola lo más lejos posible y solamene podían valerse de una de sus manos.

El siguiente reto era para el Caballero Juanito Járboles, Señor de Ainzón, y la prueba era muy parecida a la que había realizado el Señor de Celadas, pero en esta ocasión, a los jueces, no se les ocurrió otra cosa que poner una serie de vallas, a modo de obstáculo que los caballeros deberían saltar a la vez que correr para llegar los primeros a la marca de los 60 metros. El Sr. de Ainzón fue uno de los primeros en llegar, pero los escuderos no han sido capaces de decirnos cuál fue su posición.
Después de todas estas pruebas, y con nuestros caballeros vestidos con sus mejores armadulleras, empezaron a ponerse un poco nerviosos los entrenadores del resto de órdenes ¿Para qué habremos invitado a estos de Teruel? parecía oírse por el estadio.

La siguiente prueba que prepararon los jueces, se dispuso a realizarla el Caballero Adrián Torrente, Señor de Caudé, y consitía en saltar una barra colocada entre dos palos, y cada vez que nuestro Caballero lo saltaba, no se les ocurría a los jueces que poner la barra un poco más alta. Así el Sr. de Caudé consiguió saltarla  hasta que los jueces la colocaron a una altura de 115 cm, altura que muy pocos fueron capaces de superar.

Otra prueba se les ocurrió a los jueces de este torneo, en esta ocasión, los caballeros debían conseguir llegar lo más lejos posible con una lanza blanducha y sin punta. Nuestro Caballero, D. Abel Martín, Sr. de Riodeva, fue el que se encargó de mandar la lanza tan lejos como pudo, y lo hizo mucho más lejos de lo que algunos se esperaban, pero sus escuderos, tampoco supieron cual fue su posicion.
Todavía quedaba un caballero de la orden de la Asociación Atlética Turolense por participar, D. Guillermo Martín, Sr de Villastar, y la prueba que le tenían preparada en este torneo era la de dar 5 vueltas y media al estadio, y el Sr. de Villastar pronto se distanció de sus contrincantes en su serie, consiguiendo la victoria en la misma con gran autoridad.

La última prueba preparada para este torneo, debía ser en conjunto, y 4 de nuestros caballeros debían proceder a dar una vuelta al estadio entregando un palo que los jueces le habían dado al primero de ellos al siguiente, sin que el palo rodase por los suelos. Los encargados de realizar la prueba fueron los caballeros Adrián Torner, Adrián Torrente, Juan Járboles y Alejando Sánchez. Así los Señores de Riodeva y Villastar, se dispusieron a animar a sus compañeros, pues sabián que la posición de su orden dependía de cómo lo hicieran los Sres. de Villaspesa, Caudé, Ainzón y Celadas, y éstos, como no podía ser de otra forma no nos defraudaron y consiguieron la tercera posición muy cerca de los primeros.

Así y tras largas sumas, restas, multiplicaciones, raices cuadradas, y operaciones infinitas, los jueces llegaron a la conclusión de que nuestra orden no estaba entre las tres primeras de las que se habían presentado al torneo, y creían y que había sido la cuarta. Muchos de los responsables de los equipos zaragozanos, entendían que se trataba de un torneo en el que solamente ellos podían vencer, puesto que era un torneo provincial, y que les parecía muy bonito invitar a los equipos de las otras provincias aragonesas, pero que éstos se llevaran la victoria no era lo más adecuado para ellos.

Pues eso, que nuestros caballeros no consiguieron estar entre los tres primeros de los 23 equipos que participaron (parece ser que fueron cuartos, a pesar que no completaron todas las pruebas), pero sí consiguieron la admiración de todos los que en el estadio pudieron disfrutar de sus actuaciones, así como de todos los que los seguimos día tras día.
 
Esperamos que pronto os podamos informar de todas las marcas y actuaciones de nuestros caballeros que gracias a sus escuderos, Inma, Leandro, Sonia, César, Jesús y Javier estuvieron representando a nuestro club en este torneo.

A pesar de estos éxitos, pero con los que no consiguieron dar con el paradero de D. Juan Diego de Marcilla, por lo que decidieron volver a Teruel, donde sí se encontraron con este caballero, que por desgracia pocas horas después de llegar a la Ciudad, murió, según contaban de amor.

Felicidades. Sois unos grandes caballeros.













2 comentarios:

Anónimo dijo...

(23/02/2015 - Una invitación fue la señal para que se pusiera en marcha nuestra mejor infantería de alevines, el objetivo: la conquista de Zaragoza y sus villas, convirtiéndose horas después en toda una hazañaa. Nuestros caballeros pelearon dándolo todo, provocando el temor y desconcierto entre las filas de las defensas zaragozanas llevándolas poco a poco a la desesperación y recurriendo a un juego no deportivo para quitarnos del medio, robarnos el botín y no reconocer su derrota. Los Caballeros Turolenses saben de su Victoria y lo volverán a demostrar siempre, dentro de la nobleza y deportividad que por estos rincones del Reino se les enseña. La Corona es Vuestra Caballeros!! - Leandro

Anónimo dijo...

Yo estuve allí y lo vi todo, y así lo iré contando generación tras generación para se agrande la leyenda de nuestros chicos en LA CONQUISTA DE ZARAGOZA POR LAS HUESTES TUROLENSES.
Jesús