Breve descripción desapasionada de los agobiantes progenitores que corren a tu lado soplándote en la oreja. El “Parente Ferox”

Si pensabais que ya os habíais librado de mi, os habéis equivocado de medio a medio. ¡He vueeelto!.-

Hoy no os voy a contar cómo va la temporada, que me está pasando de todo, bueno y malo; lo dejaremos para otro día. Hoy tengo que hablaros de una especie bastante frecuente en el mundo del deporte en general y en el atletismo en particular: el agobiante progenitor (“parente ferox”). Y es que la corrida Parque a Través de Calatayud del próximo domingo es uno de los acontecimientos en los que esta especie se manifiesta con más esplendor; más adelante os explico porqué.-

No me refiero, claro está, al progenitor (masculino o femenino) que acompaña a sus descendientes fin de semana tras fin de semana por toda la comunidad autónoma y parte del exterior, pasmándose de frio o de calor, según toque, mientras anima a la muchachada y olvidando lo bien que estaría esa mañana sin madrugar o de vermú con las amistades. No; hoy vamos a desentrañar los entresijos de esos padres y madres que cuando corre el retoño él o ella corre más todavía a la vez que vociferan extraños conjuros e incluso van fumando a la vez, todo un prodigio que no está suficientemente valorado.-

El “parente ferox” (hay que decirlo así; yo no tengo la culpa de que los científicos lo clasifiquen todo en latín) no responde a un único tipo; son muchas las variantes que podemos observar por esos circuitos; hoy daremos un rápido repaso a los dos principales tipos:

El “parente ferox lateraliense”: Corre por fuera del circuito a la altura de su retoño mientras no para de animar ¡¡venga, venga que no se te escape el grupo!! ¡¡ahora, sube un punto!! ¡¡tranquilo, vas bien y no llevas a nadie detrás!!. Aunque admite múltiples variantes, hay dos grupos principales: El que también es atleta; es el más cansino, va con chándal de Decathlon y zapatillas “nike” o “asics” (si es madre y son “asics” seguro que son de color rosa o con muchos colorines); es el más difícil de soportar porque no te lo quitas hasta que llegas a meta; detrás de él, por supuesto (por lo menos hasta que llegas a cadete). El segundo tipo es el fumador o fumadora. Mucho más llevadero; a los cien metros ya no puede más y ahí se queda; si se viene arriba y llega a los ciento cincuenta suele terminar echando la pulmonera apoyado en una farola; en algunos casos, raros, puede llegar un pequeño vómito. Corre con ropa de calle y zapatos; en caso de usar ropa deportiva siempre es un chándal y zapatillas “adidas” por el cuello se le ve una camisa de cuadros o un polo de cuello alto. Aunque lo intenta grita poco; no le deja el fuelle.-

El “parente ferox transversaliense”: Más práctico que el anterior le busca las vueltas al circuito y va de una parte a otra tras un concienzudo análisis del trazado. El resultado para el atleta es más llevadero que el “ferox lateraliense” atleta; no te lo quitas de encima de principio a fin pero tienes intervalos de descanso. Suele hacer fotos con el móvil; antes las hacía con cámara de fotos. En los días de frio va con la cabecera del chándal para que te la puedas poner al terminar la carrera; sobre todo si es la madre.- El circuito del Parque Margarita de Calatayud es el ideal para este tipo de progenitor; al ser como una especie de salchicha los dos lados largos del circuito están muy próximos y el “ferox transversaliense” con un mínimo esfuerzo consigue estar en todas partes. Como están abandonando constantemente su sitio para cruzar al otro lado suele haber codazos y empujones para hacerse hueco junto a la valla aunque como en este mundo solemos ser bastante comedidos la sangre no suele llegar al río. Los que vayáis a Calatayud este fin de semana podéis observar este fenómeno que alcanza momentos inolvidables con una marea de padres y madres yendo de un lado al otro siguiendo las evoluciones de la carrera. Me recuerda a la escena de una de las innumerables películas de Piratas del Mar Caribe en el que para dar la vuelta al barco (creo que es la Perla Negra) van corriendo de babor a estribor y de estribor a babor provocando un movimiento pendular que termina poniendo el barco del revés (¡no! no tengo ni idea de que toman los guionistas de cine; pero si alguno os ofrece caramelos, chucherías, bebidas o cualquier otra cosa rechazarla; con educación pero rechazarla; sobre todo si te ofrece de lo que él o ella esté tomando). Si además podéis conseguir alguna foto del momento “marea” sería estupendo porque hoy no tengo ninguna para mandar y va a quedar una crónica un poco pobre.-

Hay un tercer tipo que en el atletismo se suele dar muy poco pero que en otros deportes es muy abundante. El “parente ferox desagradabilis” también denominado “forofo vulgaris”. Se puede dar tanto en el “lateraliense” como en el “transversaliense”, aunque abunda más en este último. No suele llevar ropa deportiva; conoce todos los bares cercanos a los circuitos donde se almuerza bien. Gasta barriguica cervecera y barba de una semana. Suelen pensar que su retoño va a dejar a la altura del betún a Toni Abadía o a Erika Torner, y que los entrenadores de los clubs no tienen ni idea de sacar partido de su chico o chica que se está desaprovechando. Saben más que nadie de atletismo, de política, de futbol, de medicina y de todo lo que se les ponga por delante. Cualquier problema que podáis imaginar “lo solucionaba yo en menos que canta un gallo”. Se suelen volver peligrosos cuando sus atletas no rinden como ellos piensan que deberían rendir y en estos casos suelen proferir tacos y palabras de dudoso gusto. En un grado avanzado de excitación pueden incluso atacar a sus preciosos atletas. Cuando yo era padre de atleta vi en Calatayud a un padre de un cadete decirle a su hijo a voz en grito mientras le salía espuma por la boca “¡¡¡¡¡¡¡¡¡mecagüen ¬#@瀀### o coges al de delante que se te está escapando o te quedas sin comer!!!!!!!”. Ante semejante prueba de madurez el chaval se paró y contestó “¡pues entra tu y lo alcanzas!”, y con toda tranquilidad se fue del circuito; ¡lo harto que debía estar ya. Desconocemos como fue el viaje de retorno a casa y como se lo contaron, si es que se lo contaron, a la madre.-

¡Bueno! Por hoy ya es bastante. Otro día seguiremos explorando los recovecos de este deporte.-

Un saludo para todos y hasta la próxima. Buena carrera para los que vayáis a Calatayud (por si a alguno le interesa; hay un bar en el Paseo cerca del Ambulatorio, el Anyelo en el que se almuerza mejor que estupendamente; el bocadillo completo no tiene parangón. ¡De naaada!).-

Pepe Español

2 comentarios:

Anónimo dijo...

REAL COMO LA VIDA MISMA.

Anónimo dijo...

COMO NOS CONOCES !!!!