Bien, queridos niños y niñas hoy os voy a contar como me fue en la
novena corrida atravesando el asfalto 10 Q de Zaragoza el domingo pasado.-
Habéis leído bien; he puesto “10 Q” como abreviatura de “10
quilómetros”. Nuestra querida Real Academia Española de la Lengua admite como
buenas las dos opciones, y a mí me da por defender a la pobre “q”; tan nuestra
y tan menospreciada últimamente (por lo menos en el diccionario que tengo en
casa así viene; no lo puedo comprobar en “rae.es”; que cuando estoy escribiendo
esto no tengo línea telefónica. A los más pequeños os explicaré que el
diccionario es un libro gordo en el que con letra muy pequeñita unos señores y
señoras muy mayores han recogido la definición de las palabras puestas por
orden alfabético; no lleva pantalla ni botones. Si no lo tenéis muy claro les
podéis preguntar a vuestros padres).-
Y ahora ya podemos ir a la
cosa en sí de la corrida.-
En realidad con más de cuatro mil inscritos aquello fue más una
batalla que una competición deportiva, así que me ha parecido buena idea
relatar lo sucedido como si fuese una batalla.-
Un
vez que conseguí encontrar un lugar discreto y lo más solitario posible en el
que prepararme para la lucha (no fue fácil, os lo aseguro) y tras el
calentamiento de rigor me coloque en medio de la unidad de combate que me
correspondía, el bloque con dorsal azul (los que tenemos marca entre 46 y 51
minutos), justo detrás de los amarillos (los oficiales VIPS y los de menos de
40 minutos; se pueden colocar donde quieran y tienen preferencia para las
primeras filas) y los rojos (entre 41 y 45 minutos, y delante de los verdes
(más de 51 minutos) y los blancos (sin marca). ¡Bueno!, más o menos, que había
mucho “despistao” deambulando por todos los lados.-
En
eso que suena un disparo y comienzan las hostilidades. Medio minuto después los
azules conseguimos por fin iniciar la lucha y allá que voy, ¡yo “solico” frente
a 3561 atletas! ¡Defendiendo mi club contra viento y marea!.-
¡Si!,
¡no me he equivocado!. Aunque éramos 4.016 inscritos e inscritas, 455
decidieron no salir para evitar enfrentarse conmigo.-
Van
pasando los metros y poco a poco me voy deshaciendo de rivales buscando
encontrar un hueco en el que desplegar todo mi poderío cuando allá por el
quilómetro 3 mis rivales usan una arma despreciable para acabar conmigo.
Aprovechando el calor inmisericorde que sacude desde el día anterior a
Zaragoza, sobrecalientan el asfalto y me aparece una molesta ampolla en la planta
del pie derecho.-
Es
evidente que el temor que ocasiono en mis rivales no tiene parangón en el mundo
de las corridas en Oregón, y hace aparecer en ellos los más viles instintos.-
Pensareis
que ahí había llegado mi final. ¡Pues no! Sigo adelante destrozando las fuerzas
rivales pese a mis terribles heridas hasta el final de la corrida.-
La
victoria fue total ya que yo solo, herido y cansado, aniquilé a 2.717 rivales y
conseguí que los otros 843, encabezados por Eliseo Martín, huyeran
despavoridos. Una auténtica pena que no viniese mi compañero de entrenamientos
Jesús. Con una maniobra envolvente les podíamos haber rodeado y ¡entonces si!
Entonces la aniquilación hubiese sido absoluta. ¡Una lástima!.-
La
organización dice en su página que he quedado en el puesto 844 con un tiempo
real de 47:49 y no se cuantas cosas más. ¡Tonterías! ¡no hagáis caso! La cosa
fue como yo os lo he contado (si alguien tiene curiosidad
www.10kzaragoza.com).-
Lógicamente
la organización ha escatimado las fotografías en las que se reflejaban mis
hazañas. Así que os mando una de las pocas que han dejado en las que aparezco
antes de que se inicie el combate pero observad el detalle de cómo mis enemigos
utilizan un misterioso rayo para calentar el asfalto a mi paso.-
Hasta
pronto.-
Pepe
Español.-
4 comentarios:
HASTA LA VICTORIA Y MÁS ALLÁ !!!!!!
ADELANTE Y SIN TEMOR,NO HAY RENDICIÓN !!!!!!
¡¡¡Ala pues!!!. Acaban de publicar los datos definitivos de la carrera y no soy el 844 sino el 849.
Y hemos participado 3567 y no 3561.
Todas las cifras de la crónica a tomar "pol" saco.
Dar los números por cambiados.-
Pepe Español
Gracias Pepe, por la confianza ciega que tienes depositada en mí. En venideras corridas me sumaré a tu ejécito unipersonal para vencer a los malandrines maratonianos. O tal vez.
Jesús
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